miércoles, 26 de septiembre de 2012

SOS Delfines

Prometí hace tiempo a mi hija pequeña llevarla algún día al zoo, y por supuesto, también al espectáculo de delfines en su delfinario. Algún día significa cuando se pueda, es decir, cuando las obligaciones dejen un hueco. Perfectamente, eso podría ser de aquí a unos meses o incluso dentro de un año. Pero resulta que viendo el sábado el telediario de TV3 me di cuenta de que entonces puede ser ya demasiado tarde; y todo por culpa de una iniciativa llamada "SOS Delfines", que está recogiendo firmas para presentarlas en el Ministerio de Medio Ambiente con la intención de que éste prohíba los espectáculos con delfines y orcas. Me quede perplejo, atónito y preocupado ante semejante noticia. Primero los toros (comprensible), pero ahora ¿los delfines?. Me explicaré.
Quedé perplejo por los argumentos que la joven del vídeo esgrimía: los delfines parecen que son felices en los espectáculos, debido a que siempre se les ve sonriendo, pero eso no es así, no hay tal sonrisa, es solo la forma de su mandíbula que les hace parecer ser muy sonrientes, pero en realidad están, cito literalmente, "deprimidos, frustrados o incluso agresivos". Yo siempre había creído que los delfines eran dentro de los animales en cautividad unos afortunados. Obligados a trabajar para ganarse la sardina con el sudor de su frente, pero libres de un destino que implique acabar irremisiblemente en el plato de algún comensal o sacrificados brutalmente para diversión de algunos ejemplares de homo sapiens. Pero parece que estaba equivocado, el tipo de trabajo a que se les somete les causa depresión y frustración. Bueno, parece que es cierto, hay muchos puntos en común entre hombres y delfines.

Atónito porque el problema existencial de los delfines pudiera ser motivo de una iniciativa, en este caso, una iniciativa liderada por una Fundación: FAADA (Fundación para la adopción, apadrinamiento y defensa de los animales). En realidad no tengo ni la más remota idea de si que lo que persiguen tiene base científica o no. No tengo ni idea, ni pienso ilustrarme para tenerla. Simplemente, creo que en una sociedad con una tasa de paro de casi el 25% preocuparse del estrés de los delfines en lo zoos es un lujo, por no decir cosas más malsonantes. Si viviéramos en la más justa de las sociedades, lo podría entender; pero por desgracia no es así. Vamos, que en una lista de prioridad de problemas a resolver éste ocuparía para mi el último lugar y algunas posiciones más de propina.  

Por fin, preocupado. Sí, preocupado de que la iniciativa tire adelante y me tenga yo que desplazar al extranjero (fuera de España, quiero decir. Las firmas las presentarán en Madrid, no en Barcelona) para poder cumplir mi promesa de posponerla mucho.

Con el fin de hacerme una idea del tiempo disponible, decidí investigar un poco en Internet. Lo que descubrí me tranquilizó bastante. Por un lado, a fecha de hoy la iniciativa ha conseguido 4.545 apoyos. Aunque en la web de SOS Delfines no fui capaz de encontrar la fecha de inicio de la campaña, según la información del vídeo promocional colgado en YouTube por FAADAtv, la campaña comenzó este 4 de julio, por lo que hablamos de un ritmo de unas 1.500 firmas al mes. Un ritmo muy bajo. ya que de seguir así van a necesitar unos 27 años para llegar al medio millón exigido por ley. Lo del vídeo tiene su qué, ya que en el aparecen voluntarios famosos como Bigas Luna, Macaco o Fernando Tejero. Este tema me sorprende cada vez más.

Ya con más curiosidad que otra cosa, seguí buceando en la red, para acabar descubriendo que la Fundación que apadrina este movimiento, FAADA, está dirigida por una tal Carla Cornella Mirambell, y tiene como vocal a una tal Lourdes Palau Ribó. Entre las empresas colaboradoras de la Fundación figura Ecològic. ¿Qué tiene de especial esa empresa?, se preguntarán. La verdad que no mucho, registrada con un capital social de 3.005,06 € en julio del 1.999, con el objeto social del "comercio por mayor de material de recuperacion. Impresion de textos o imagenes por cualquier procedimiento o sistema". La dirección de la empresa corre a cargo de la tal Lourdes Palau Ribó, la vocal de FAADA, según la web de Ecològic, cargo en el que debió suceder a la tal Carla Cornella Mirambell, la directora de FAADA (en internet no se encuentra el registro BORME del nombramiento de Lourdes, sí en cambio el de Carla en mayo de 2.011 como administrador único de la empresa).  En cualquier caso, es irrelevante saber quién dirige esta pequeña empresa. Lo importante es saber que en el mundo empresarial también hay quien dedica su tiempo libre  a la realización de "actividades sin ánimo de lucro, y que resultan de interés común" (parte de la definición de una Fundación), que en este caso sea para la defensa de los derechos de animales y no de las personas, me decepciona un poco, pero claro está que los animales tienen que tener también alguien que los defienda.

P.D.: ¿Alguien sabe si se puede dirigir al mismo tiempo una Fundación y una empresa colaboradora de  la misma?. Moralmente no le veo ningún problema, pero legalmente ¿se puede? Seguro que sí, al fin y al cabo, todas las Fundaciones dirigen causas muy nobles y no debe haber ningún problema. Vamos, creo yo. Y no lo digo por este caso, lo digo como fuente de un debate más general sobre el tema Fundaciones y sus asociados: subvenciones empresariales, etc.  

1 comentario:

  1. El problema es la forma en que utilizamos a los animales en nuestra sociedad, como si fueran objetos, cosas sin sentimientos, y eso dice mucho sobre lo poco civilizados que somos los humanos.No se en el caso de los delfines , pero yo hace mucho tiempo que deje de ir a cualquier circo donde trabajen con animales,leones , tigres, etc. Por que? pues por que esos animales los capturan, los sacan de su habitat natural, los maltratan para adiestrarlos , los tienen encerrados en un espacio muy pequeño,van con ellos de un sitio para otro con condiciones climáticas muy diferentes a las que tienen en su habitat natural...Todo esto me parece de una crueldad gratuíta.
    El argumento que utilizas cuando dices que la tasa de paro tan alta o los problemas sociales que tenemos hacen que no deberíamos de preocuparnos de estas cosas lo rechazo de plano.Por esa regla de tres no deberíamos preocuparnos nunca de nada, porque siempre encontraríamos otras cosas prioritarias. Por contra opino que uno puede defender al mismo tiempo distintas causas.

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