Buscando por la red textos sobre el neoliberalismo, encuentro uno de un venezolano llamado Oswaldo Ramírez Colina, politólogo y CEO de una consultora de temas políticos. Me paro en la apartado dedicado a la ideología política del neoliberalismo, que dice así:
"El postulado principal del Neoliberalismo es que la competencia pone a funcionar hasta el tope las energías latentes en los individuos que conforman el todo social, y así la extrema movilidad que se genera, tras una etapa dolorosa de ajustes, provoca una sociedad de bienestar. Para que este postulado se realice, el Estado no puede sobreproteger al pueblo: el populismo o la planificación central mantienen al pueblo en perpetua minoridad; al atrofiarle la iniciativa y la responsabilidad lo mantienen no sólo improductivo para la sociedad sino débil y carente de valor a sus propios ojos."
El discurso me resulta extrañamente familiar a pesar de ser la primera vez que lo leo. Tengo la sensación de haber escuchado parte del contenido en boca de otros. Intrigado decido hacer algunas búsquedas, por ejemplo con la palabras "energías latentes en los individuos". Mi intuición me dice que la tarea será más rápida y fructífera si antepongo a las palabras clave las siglas PP. El resultado en Google me lleva a otro artículo, titulado "Sin compasión". Su autor, Miguel Ángel Belloso, vicepresidente del Consejo Editorial de Expansión y Actualidad Económica, y vicepresidente del Observatorio del Banco Central Europeo, entre otros cargos. El nombre del blog donde se ubica el artículo da algunas pistas sobre la ideología del señor Belloso: "Apuntes liberales de un chico de derechas". Si se quiere saber un poco más sobre el personaje resulta también interesante la entrevista que le hizo Jordi Évole para el Salvados del 30 de octubre de 2.011 (¿Que paguen los ricos?). Pero
volvamos al tema de la búsqueda en Google. El artículo "Sin compasión" ha sido encontrado porque en él se puede leer lo siguiente:
"Mi opinión es que hay que arrasar con el Estado del Bienestar producido por tantos años de socialismo, instaurar un modelo cultural nuevo, el único capaz no sólo de garantizar la prosperidad a medio plazo, potenciando la energía latente en nuestros jóvenes, en las personas más competitivas y capaces, ahora frustradas, renuentes o adormecidas por un sistema que está capturado por los grupos de presión que aspiran a mantener sus privilegios o sólo miran su interés bajo la cínica defensa del bien común; por ejemplo, los mineros, que no son mejor que los malos banqueros del país.
El PP ha emprendido una tarea hercúlea con un discurso equivocado. No tienen que reformar el Estado porque hayan heredado un déficit público tres puntos por encima de lo previsto, 30.000 millones del ala, sino porque tantos años de socialismo en el poder han construido una sociedad defectuosa y han propiciado un sistema educativo perverso..."
Estoy sorprendido, me pregunto ¿cómo he tardado tanto tiempo en llegar a aquí?(el artículo fue escrito el 18 de julio de 1.936, perdón, ¿en qué estaría pensando?, de 2.012). Por fin, alguien que escribe claro y sin tapujos. Al señor Belloso el discurso del PP de Mariano Rajoy le parecía equivocado, pero no sé si ahora seguirá pensando lo mismo. Al fin y al cabo, da igual cual sea la excusa, lo importante son los resultados, y en ese sentido el señor Belloso no debería quejarse, ya que en manos del Gobierno la ideología neoliberal está a resguardo. No lo dicen claramente, todo muy en la línea del Presidente, muy confuso siempre, pero actúan a golpe de decreto y como un martillo pilón van desmontando hasta arrasar con el denostado Estado del Bienestar del señor Belloso. No hay punto del ideario neoliberal que no estén siguiendo a pies puntillas: sanidad, educación, funcionarios, pensiones, asistencia social, etc.
Pero claro, a nadie le debe sorprender, Rajoy no será muy directo, pero siempre va dejando pistas. Hay que saberlo leer entre lineas, como cuando hace 28 años, siendo Presidente de la Diputación de Pontevedra escribía en el Faro de Vigo perlas como éstas:
¿Por qué se insiste en incrementar la participación estatal en la economía? En gran medida, para despersonalizar la propiedad, o sea, para satisfacer la envidia igualitaria. Es evidente que la mayor parte del gasto público no crea capital social, sino que se destina al consumo. ¿Por qué, entonces, arrebatar con una fiscalidad creciente a la inversión privada fracciones cada vez mayores de sus ahorros? También para que no haya ricos para satisfacer la envidia igualitaria.
El señor Rajoy debe estar muy feliz ahora que puede poner en práctica sus ideas. Yo, en cambio, no lo estoy, el modelo neoliberal me resulta deleznable y abocado al fracaso como ya se ha demostrado en todos aquellos países dónde se experimento con él. Por desgracia, es lo que hay y no hay nada más. Malos tiempos para el humanismo.
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