Se trata del Firefox OS de Mozilla. Dos cosas, mejor dicho tres, hacen que esta propuesta merezca la pena ser escuchada. La primera, se trata de un sistema realmente abierto, en contraposición a iOS, que es absolutamente cerrado, y Android, que sólo lo es a medias. Segunda, está basado en tecnología HTML5, el lenguaje de la red, permitiendo además que las aplicaciones escritas en este código accedan directamente a las funciones del terminal, sin la necesidad de código intermedio nativo, lo cual a priori redundará en mayor flexibilidad y rapidez de ejecución. Tercera, cuenta con el apoyo de empresas importantes del sector: fabricantes de dispositivos, a los ya citados Alactel y ZTE, hay que añadir LG, y operadoras como Telefónica o Deutsche Telekom. Con este soporte es posible que Firefox OS llegue a hacerse con un trozo del pastel que iOS y Android dejan, pero no parece factible, al menos por ahora, que vaya a suponer una amenaza seria para éstos, ya que por el momento el sistema irá a asociado a terminales económicos destinados a mercados emergentes.
Honestamente creo que sería muy saludable que Android encontrase un competidor antes de que su dominio sea cuasi absoluto, o antes de que Samsung se haga con toda la cuota de Android (en la actualidad es del 42%, ninguno del resto de fabricantes que lo ofrecen pasa del 10%). De todas formas hay algo que no me gusta en esta historia. ¿Por qué operadoras como Telefónica, cuyo único objetivo es hacer dinero, sin importar mucho los clientes, apuestan por un sistema nuevo, y además libre, ellos tan amantes de lo cerrado? La respuesta es muy sencilla: para recuperar parte del control perdido con la explosión de los smartphones. Las estrategias de Apple y Google de centralizar el negocio de las aplicaciones en sus servicios App Store y Google Play (antes Android Market) dejaron al margen a las compañías telefónicas, las cuales son consideras como meros proveedores de fontanería para el transporte de sus servicios. El lucrativo negocio de las aplicaciones circulan por sus tuberías, pero ellos sólo lo ven pasar, ningún euro cae de esas tuberías a su cesta.
Por eso no ha de extrañar que con Firefox OS no hará falta ir a una tienda como la App Store o Google Play para descargar una aplicación, sino que se podrán instalar directamente desde la página de los desarrolladores, lo cual incluye a las operadoras, que podrán modificar el sistema a su gusto y conveniencia, ya que para algo es software libre.
Firefox OS, como Mozilla Firefox o Mozilla Thunderbird son productos desarrollados por Mozilla Corporation, empresa filial de la Fundación Mozilla, organización sin ánimo de lucro dedicada a la creación de software libre, lo cual no impide que reciba dinero de otras empresas para poder mantener su actividad. La empresa que más contribuye es precisamente Google (más del 80%), en virtud de un acuerdo, que vence a finales de 2.014, y que permite que Google sea el buscador por defecto en el navegador Firefox.
En virtud de todo ello, supongo que se puede concluir que si Google percibe a Firefox OS como una amenaza para sus intereses lo tiene realmente fácil para reconducir la situación, basta con cerrar el grifo de las ayudas a la Fundación Mozilla para poner en serios aprietos la superveniencia del proyecto.
Más difícil lo tendrán con otra novedad del MWC: Ubuntu Touch, la apuesta de Canonical por llevar Linux al mundo de los móviles, que no cuenta con el apoyo del sector. Aun así, eso no impidió que Know Your Mobile otorgase a Canonical el reconocimiento a Mejor innovación por su trabajo en la versión táctil de Ubuntu para móviles y tabletas, por delante de Firefox OS.
Parece que el software libre está luchando por hacerse un hueco en el mundo de los dispositivos móviles. En los próximos meses veremos si hay realmente un sitio para él.
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