domingo, 13 de enero de 2013

La prima, Portugal, el FMI y la vena irónica

Ha comenzado el 2013 muy bien para la economía española. Muy bien, porque en mucho tiempo por fin hay unas pocas noticias positivas, no por otra cosa. El capital externo parece que ha recuperado la confianza en España, y de ello se beneficia el Estado y nuestros bancos y empresas, que consiguen colocar sus emisiones de deuda sin problemas. Hay que remontarse al 19 de marzo, día del padre, del pasado año para encontrar un valor más bajo de la prima de riesgo obtenida el viernes (331puntos). Por aquellas fechas, Bankia aún no había explotado, y aunque todo el mundo sabía que tenía una agujero, y de los gordos, aún se confiaba en encontrar una solución disimulada para la entidad dirigida por Rodrigo Rato.

Han hecho falta 298 días para volver al mismo sitio. Durante todo ese tiempo, un sinfín de medidas gubernamentales, a cuál más antisocial, y unas tensiones norte-sur en la vieja Europa, que a punto estuvieron de mandar a hacer puñetas al euro. Ah, y un rescate bancario de 100 mil millones de euros., del que de momento sólo se ha hecho efectivo el primer tramo, 39,5 mil millones. Pero con un poco de suerte, todo eso puede ser ya historia: los inversores han vuelto. Ahora sólo hace falta que la inyección de liquidez comience a correr por las venas de nuestra economía, devolviéndola a la vida. Por desgracia, ese proceso será lento, por lo que durante algunos meses seguirán lloviendo malas noticias en relación al paro, al consumo, al PIB y algún que otro indicador macroeconómico. Todo eso, si no hay ninguna otra causa externa que lo estropee todo, como por ejemplo, la solución al problema del techo de gasto de los Estados Unidos.

Peor hay que ser optimistas, ¡qué caray!, que llevamos muchos meses, años, tristes. Al fin y al cabo, si los inversores vuelven a confiar en nosotros por algo será. Peor lo tienen en Portugal, que con una prima de riesgo descendiendo, pero aún por encima de los 460 puntos, tiene que escuchar como el FMI, haciendo oídos sordos al informe de su propio economista jefe, Olivier Blanchard, "recomienda" recortar 4.000 millones más, o lo que es lo mismo, despedir al 20% de funcionarios y bajarles el sueldo a los que se queden. En el FMI piensan también que hay margen para aumentar las matrículas de acceso a las universidades públicas y el copago sanitario. El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho,  intenta desmarcarse de esas ideas, argumentando que no son la "Biblia", ni el "punto de partida" para el Gobierno. Seguro que en su cabeza pesa la reacción del pueblo portugués a los últimos recortes presupuestarios para el 2.013. El ministro de Asuntos Exteriores, Paulo Portas, también lo tiene claro, ya que ha declarado que existen "en la sociedad portuguesa ciertos síntomas de tristeza y desaliento", y que hay que "revertir". Los que no lo tienen tan claro son los del Banco de Portugal, que dan seis décimas más de regresión al PIB pronosticado por el Gobierno, por lo que según ellos Portugal sufrirá una caída del 1,6% del PIB para el 2.013
Christine Lagarde, directora del FMI
Lo siento por nuestros vecinos peninsulares, pero aquí las cosas ya no nos van tan mal. El FMI ya no se mete con nosotros, y nuestra economía sólo retrocederá un 0,5% según nuestro Gobierno ("un poco más" según el propio FMI, 1,3%; 1,6% según FUNCAS). Rajoy tardó un poco en reaccionar, pero lo está haciendo bien, y a diferencia de la portuguesa, en la sociedad española no se detectan ya síntomas de tristeza y desaliento. Estamos saliendo de la crisis, y eso se nota en la calle, ...

Lo prometo, quería ser optimista cuando empece a escribir esta entrada, pero no sé porqué siempre acaba saliendo la vena irónica que llevo dentro, ¿será por Portugal, por el FMI, por Rajoy o por todo ello junto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario